Dependencia: los grandes olvidados





Actualmente, los españoles podemos contar con una serie de servicios como pueden ser ayudas de tipo económico, acceder a ciertos recursos e incluso poder contar con alguien que te pueda ayudar en las actividades básicas de la  vida diaria. Todo esto es gracias a la ley de dependencia.
En estos casos volvemos a encontrarnos con que estos usuarios o enfermos son los grandes olvidados. Los mismos trabajadores sociales o fisioterapeutas que se encargan de valorar si el enfermo/a debe ser receptor/a de algún tipo de ayuda, tampoco comprenden cómo están hechos los baremos y los ítems que se revisan, ya que lo único que se tiene en cuenta son los aspectos físicos y para nada se tiene en cuenta cómo estas enfermedades hacen que se vean mermadas algunas actividades cotidianas. Tan importante es que una persona no pueda abrocharse los botones de una camisa o no pueda moverse de la cama porque está impedido físicamente, como el hecho de no cambiarse de ropa porque no se tiene la necesidad o no poder levantarse de la cama debido a una depresión grave. 
Cuando se comenzaron a hacer las valoraciones, obviamente los que trabajamos en esto nos dimos cuenta de que esta ley no estaba preparada para este tipo de enfermos. Aunque las personas encargadas de hacer las valoraciones estuviesen concienciados de las limitaciones que se producen al tener este tipo de enfermedades,  desde todas las instituciones, asociaciones, CERMI, FEAFES, etc... se ha estado haciendo hincapié en que había que cambiar los baremos para que se pudiera dar cobertura a todos por igual. Tanto a los enfermos con algún tipo de incapacidad física, como a los enfermos con trastornos mentales que también pueden ver afectadas sus actividades diarias.
Finalmente, después de mucho insistir y tras varias reuniones con los Servicios Sociales y las autoridades pertinentes, se ha conseguido que nos tengan en cuenta y, en teoría, a partir de este año que entra, se cambiarán los baremos para que todos los que de verdad lo necesiten puedan beneficiarse por igual de esta gran ley que tanto estaba haciendo falta.
Por esto mismo, recomiendo a toda la gente que crea que su familiar, amigo, conocido, cumple con los requisitos necesarios para acceder a esta ley, inicie los trámites para la valoración a partir de febrero de 2012.
 No hay que olvidarse de que dependiendo del grado y nivel que se dé, si es que corresponde, se tendrá derecho a una prestación económica y/o entre otras cosas, se tendrá preferencia a la hora de poder acceder a algún tipo de recurso como puede ser una plaza residencial, una plaza en un C.R.P.S ( Centro de rehabilitación psicosocial ), etc...Al fin y al cabo, la ley de dependencia no es más que el reconocimiento legal de los derechos de los individuos que, sea física o mentalmente, no cuentan con los recursos y las capacidades que afortunadamente nos acompañan al resto de personas.